Realmente no sabía donde ubicar este tema, pero algo que realmente me deja pensando en que podría yo hacer al respecto si ya estuviera en servicio. Esta experiencia ya la había comentado en otra clase y la traigo de nuevo porque me parece importante:
La educadora de mi salón estaba muy ocupada por la temporada navideña: tenía que terminar de preparar el material para los adornos que harían los niños, tenía que organizar el dinero para el convivio, organizar otro convivio con las demás maestras, entre otras cosas que me comentó y ahora mismo no recuerdo. El punto de todo esto es que se le iba el día organizando otro tipo de cosas y le quedaba poco tiempo para realizar actividades con los niños, por ejemplo, en un día normal los niños llegan a las 9, terminan la activación 9:15, y empezaban a trabajar al rededor de 9:30 porque la maestra salía varias veces del salón para arreglar diferentes cuestiones que ya mencioné. En todo este tiempo los niños se inquietaban por no tener nada que hacer y cuando la maestra regresaba los regañaba y en ocasiones los castigó.
Más allá de criticar, esta situación me pone a pensar en lo que yo haría, ¿cómo organizar los tiempos?, ambas cosas son relativas al trabajo, al jardín, pero entonces cómo debo distribuir mis tiempos para no descuidar a los niños y tampoco las cuestiones administrativas, o si debo salir del salón, dejo a los niños trabajando, o ¿funcionaría mejor si les explico a los niños que debo salir a hacer otras cosas y que necesito que ellos me apoyen quedandose a trabajar?
Pienso entonces que se trata de una cuestión de organización que tiene que ver con la personalidad de cada educadora.
La educadora de mi salón estaba muy ocupada por la temporada navideña: tenía que terminar de preparar el material para los adornos que harían los niños, tenía que organizar el dinero para el convivio, organizar otro convivio con las demás maestras, entre otras cosas que me comentó y ahora mismo no recuerdo. El punto de todo esto es que se le iba el día organizando otro tipo de cosas y le quedaba poco tiempo para realizar actividades con los niños, por ejemplo, en un día normal los niños llegan a las 9, terminan la activación 9:15, y empezaban a trabajar al rededor de 9:30 porque la maestra salía varias veces del salón para arreglar diferentes cuestiones que ya mencioné. En todo este tiempo los niños se inquietaban por no tener nada que hacer y cuando la maestra regresaba los regañaba y en ocasiones los castigó.
Más allá de criticar, esta situación me pone a pensar en lo que yo haría, ¿cómo organizar los tiempos?, ambas cosas son relativas al trabajo, al jardín, pero entonces cómo debo distribuir mis tiempos para no descuidar a los niños y tampoco las cuestiones administrativas, o si debo salir del salón, dejo a los niños trabajando, o ¿funcionaría mejor si les explico a los niños que debo salir a hacer otras cosas y que necesito que ellos me apoyen quedandose a trabajar?
Pienso entonces que se trata de una cuestión de organización que tiene que ver con la personalidad de cada educadora.